Volver a Dios
Arrepentirse significa volver a Dios. Envuelve una decisión y acción, cambiar la dirección de ir en tu propio camino por el camino de Dios.
La Importancia del arrepentimiento
(19) Por lo tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sus pecados les sean perdonados
¿En qué forma el arrepentimiento es parte de ser salvo?
(10) La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte.
¿Cómo es el arrepentimiento diferente de sentirse triste?
Pasos de arrepentimiento
Leer sobre El Hijo Perdido en Lucas 15:11-24 (RVC). Crea un resumen de lo que pasó
(11) Jesús dijo también: «Un hombre tenía dos hijos,
(12) y el menor de ellos le dijo a su padre: “Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde.” Entonces el padre les repartió los bienes.
(13) Unos días después, el hijo menor juntó todas sus cosas y se fue lejos, a una provincia apartada, y allí dilapidó sus bienes llevando una vida disipada.
(14) Cuando ya lo había malgastado todo, sobrevino una gran hambruna en aquella provincia, y comenzó a pasar necesidad.
(15) Se acercó entonces a uno de los ciudadanos de aquella tierra, quien lo mandó a sus campos para cuidar de los cerdos.
(16) Y aunque deseaba llenarse el estómago con las algarrobas que comían los cerdos, nadie se las daba.
(17) Finalmente, recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen pan en abundancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre!
(18) Pero voy a levantarme, e iré con mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti,
(19) y no soy digno ya de ser llamado tu hijo; ¡hazme como a uno de tus jornaleros!’”
(20) Y así, se levantó y regresó con su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y tuvo compasión de él. Corrió entonces, se echó sobre su cuello, y lo besó.
(21) Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y no soy digno ya de ser llamado tu hijo.”
(22) Pero el padre les dijo a sus siervos: “Traigan la mejor ropa, y vístanlo. Pónganle también un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
(23) Vayan luego a buscar el becerro gordo, y mátenlo; y comamos y hagamos fiesta,
(24) porque este hijo mío estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y lo hemos hallado.” Y comenzaron a regocijarse.
(11) Jesús dijo también: «Un hombre tenía dos hijos,
(12) y el menor de ellos le dijo a su padre: “Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde.” Entonces el padre les repartió los bienes.
(13) Unos días después, el hijo menor juntó todas sus cosas y se fue lejos, a una provincia apartada, y allí dilapidó sus bienes llevando una vida disipada.
(14) Cuando ya lo había malgastado todo, sobrevino una gran hambruna en aquella provincia, y comenzó a pasar necesidad.
(15) Se acercó entonces a uno de los ciudadanos de aquella tierra, quien lo mandó a sus campos para cuidar de los cerdos.
(16) Y aunque deseaba llenarse el estómago con las algarrobas que comían los cerdos, nadie se las daba.
(17) Finalmente, recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen pan en abundancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre!
(18) Pero voy a levantarme, e iré con mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti,
(19) y no soy digno ya de ser llamado tu hijo; ¡hazme como a uno de tus jornaleros!’”
(20) Y así, se levantó y regresó con su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y tuvo compasión de él. Corrió entonces, se echó sobre su cuello, y lo besó.
(21) Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y no soy digno ya de ser llamado tu hijo.”
(22) Pero el padre les dijo a sus siervos: “Traigan la mejor ropa, y vístanlo. Pónganle también un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
(23) Vayan luego a buscar el becerro gordo, y mátenlo; y comamos y hagamos fiesta,
(24) porque este hijo mío estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y lo hemos hallado.” Y comenzaron a regocijarse.
El fruto de arrepentimiento
Leer acerca de Zaqueo en
(5) Cuando Jesús llegó a ese lugar, levantó la vista y le dijo: «Zaqueo, apúrate y baja de allí, porque hoy tengo que pasar la noche en tu casa.»
(6) Zaqueo bajó de prisa, y con mucho gusto recibió a Jesús.
(7) Todos, al ver esto, murmuraban, pues decían que Jesús había entrado en la casa de un pecador.
(8) Pero Zaqueo se puso de pie y le dijo al Señor: «Señor, voy a dar ahora mismo la mitad de mis bienes a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más lo defraudado.»
(9) Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues este hombre también es hijo de Abrahán.
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¿Qué es lo que hizo para mostrar que había cambiado?
Produzcan frutos dignos de arrepentimiento,
¿Qué podemos hacer para mostrar que estamos arrepentidos?
(1) Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!
(2) Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
¿Cómo podemos hacer del arrepentimiento parte de nuestras vidas?
3 Pasos de Arrepentimiento
1. Admitir que has pecado contra Dios (2 Corintios 7:10)
La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte.
2. Confesar tus pecados (1 Juan 1:9, Santiago 5:16)
1 Juan 1:9 (RVC)
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Santiago 5:16 (RVC)
Ahora, ustedes los ricos, escuchen con cuidado. ¡Lloren a voz en cuello por las calamidades que les sobrevendrán!
3. Declarar y disfrutar de la victoria de Cristo sobre el pecado y los efectos en tu vida (Colosenses 2:14-15)
(14) Ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros y que nos era adversa; la quitó de en medio y la clavó en la cruz.
(15) Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz.
Preguntarle a un amigo
¿Puedes compartir una historia de tu propio arrepentimiento?
Aplicación
¿Hay algo que puedes hacer para cambiar y/o mostrar que has cambiado? Pídele a Dios que te guíe en esto.
Leer Salmos 51 en el cual David se arrepiente de su pecado.
(1) Dios mío, por tu gran misericordia, ¡ten piedad de mí!; por tu infinita bondad, ¡borra mis rebeliones!
(2) Lávame más y más de mi maldad; ¡límpiame de mi pecado!
(3) Reconozco que he sido rebelde; ¡mi pecado está siempre ante mis ojos!
(4) Contra ti, y sólo contra ti, he pecado; ¡ante tus propios ojos he hecho lo malo! Eso justifica plenamente tu sentencia, y demuestra que tu juicio es impecable.
(5) ¡Mírame! ¡Yo fui formado en la maldad! ¡Mi madre me concibió en pecado!
(6) ¡Mírame! Tú amas la verdad en lo íntimo; ¡haz que en lo secreto comprenda tu sabiduría!
(7) ¡Purifícame con hisopo, y estaré limpio! ¡Lávame, y estaré más blanco que la nieve!
(8) ¡Lléname de gozo y alegría, y revivirán estos huesos que has abatido!
(9 )No te fijes ya en mis pecados; más bien, borra todas mis maldades.
(10) Dios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!
(11) ¡No me despidas de tu presencia, ni quites de mí tu santo espíritu!
(12) ¡Devuélveme el gozo de tu salvación! ¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!
(13) Así instruiré a los pecadores en tus caminos; así los pecadores se volverán a ti.
(14) Dios mío, Dios de mi salvación, ¡líbrame de derramar sangre, y mi lengua proclamará tu justicia!
(15) Abre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
(16) Aún si yo te ofreciera sacrificios, no es eso lo que quieres; ¡no te agradan los holocaustos!
(17) Los sacrificios que tú quieres son el espíritu quebrantado; tú, Dios mío, no desprecias al corazón contrito y humillado.
(18) Por tu bondad, trata bien a Sión; ¡reconstruye las murallas de Jerusalén!
(19) Te agradarás entonces con los sacrificios que mereces, con los holocaustos y ofrendas del todo quemadas; se ofrecerán entonces becerros sobre tu altar.
Modelo de Oración
Señor Jesús, te agradezco por salvarme. Yo he decidido volver de mi pecado y vivir en el camino que quieres. Te entrego mi vida a ti.
Verso clave
«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.»